Muy cerquita de Lausanne, en el cantón suizo de Vaud, un espectacular paisaje de viñedos en terrazas descienden hasta el lago Lemán: Lavaux, una región de gran belleza digna de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Una de las ventajas de viajar en coche es la libertad de alterar la ruta y cambiar los planes sobre la marcha. Me gusta fluir e improvisar con el riesgo de acertar unas veces más que otras, pero en esta ocasión la apuesta era segura y mereció la pena cien por cien. Era nuestra última noche en Lausanne, disfrutábamos de una estupenda cena en el jardín feliz de nuestro anfitrión, cuando Javier y Marie no podían creer que nos marcháramos al día siguiente sin haber visitado Lavaux. Menos de dos minutos fueron suficientes para convencernos de sumar algún día a nuestro viaje, que ya era de vuelta, y dejar la visita de Ginebra para otra ocasión. Al día siguiente, después de un desayuno lento de cruasanes y confitura de naranjas «bordes» que la amiga de Juan hace cuando él las trae de Jaén, fuimos a Chexvres.
Allí nos esperaban nuestros guías de lujo con unas postales para que lleváramos de recuerdo y un tarro de miel suiza Le Damabeille, de Puidoux. Con ellos recorrimos la ribera norte del gran embalse de paz que conforma el Lago Lemán. Un verdadero espectáculo que guardaré en la memoria para siempre. También la fondue en Gruyère, las perches de Buchillon, … Ese es otro capítulo.
Para no olvidar, en la Ruta de la Corniche, entre el lago y las montañas está el Hotel, Restaurante y Spa LE BARON TAVERNIER que cuenta además con una espléndida terraza de magníficas vistas. Es ideal para alojarse o para un alto en el camino.
Qué ganas de volver a la bella Suiza 🇨🇭
Más información: Turismo Región de Vaud, Suiza