Escapada de fin de semana a Pontevedra, diciembre 2024

Tiempo suficiente y necesario para pasear las calles de la capital de las Rias Baixas ahora iluminadas de Navidad. Encantadoras plazas con terrazas de bares abarrotados de buen ambiente y parques donde los magnolios y camelios están en flor. Visita obligada a la Iglesia Virgen Peregrina, con planta redondeada en forma de vieira y una cúpula que es la joya del barroco español.

Qué lujo disfrutar de un buen cocido gallego cocinado por amigos. También de alguno de los pescados de la Ría ¡Ay, el coruxo! de la carta del 5 Puertas, restaurante conocido por su premiada tortilla de patatas, con cebolla y poco hecha.

Me perdí en el Mercado Municipal y me encontraron con Astrid, la nieta de la fundadora de este puesto de marisco. Con ella aprendí en media hora más que con un libro abierto. Estar cada día en la lonja a las 2 de la madrugada le asegura la calidad que buscan clientes de diferentes puntos del país, algunos muy importantes y afamados. No contaré chascarrillos.

Después de muchos años, volvimos a Combarro. Muy diferente al que recordaba sin turistas, pero su casco histórico sigue manteniendo el encanto de sus hórreos y casas mariñeiras, algunas convertidas en tabernas como O Bocoi, donde podemos seguir gozando de una buena empanada de millo.

Volvimos con el corazón lleno, con pan gallego, empanada, bica y algún pedido que espero como a los Magos de Oriente.