En casa comemos pasta al menos dos veces por semana. Con toda probabilidad, de lunes a miércoles haya en la mesa algún plato de legumbres o de pasta. No solo porque me encantan los dos sino porque son dos platos tan necesarios como socorridos en esos primeros días de la semana en los que no suelo ir al mercado a comprar carnes, aves o pescados. Prefiero la compra los jueves o siguientes. La pasta puede ser todo lo simple y rápida que quieras porque aprovechas cualquier ingrediente que tengas a mano. 

Así ha empezado esta semana después de un estupendo finde en Ronda y los primeros días de septiembre que aún no he cocinado ni comprado demasiado. Tenía un par de berenjenas, burrata a punto de caducar, tomates maduros recién traídos de la huerta familiar granadina y un aceite de oliva virgen extra ahumado que me acababa de regalar mi amiga Alicia y que estaba deseando estrenar. Ah, y resto de dos tipos de pasta que juntos daban para dos raciones, rigatoni y macarrones; respetando los tiempos de cocción  aprovechaba los dos. Así que manos a la obra y en un pis pas, un plato rico y ligero. 

Me gusta terminar la preparación de los platos de pasta (bueno, de casi todo) con un chorreoncito de buen #aove y este de la Finca La Barca me ha gustado muchísimo. Un gran descubrimiento y debo de ser la última en enterarme porque en rrss much@s amig@s me han comentado que lo tienen. 

Vamos allá!