Estos lomitos de gallo rebozados son una delicia. Así los hace mi amigo Gustavo, al estilo del norte. Primero pasa el pescado por harina, después por huevo y a freír ligeramente, más o menos un minuto por cada lado. El bocado es muy muy delicado y jugoso.
En el sur, se pasa solo por harina y a freír con alegría. Un arte.
En ambos casos, salamos antes de enharinar.
Siempre utilizo un #aove suave para freír. Aquí también surgen las discrepancias, ¿cuál utilizas tú?
Pídele al pescadero que saque los lomos del gallo, mejor uno grande, y ¡no deseches las huevas! son una verdadera delicia.
Solemos quedar en el mercado una vez por semana y me encanta porque es un sabio sibarita de la cocina y aprendo muchísimo de él.
Más de una vez acabamos tarifando, con cariño, por esas diferencias entre norte y sur.
Al final cada uno defiende lo suyo pero sin olvidar las virtudes del otro.
Espero que disfrutes este plato que aunque pasa por la sartén es ligero y suave, perfecto para una comida o cena de niños o mayores.
Es perfecto como segundo plato o puedes acompañarlo de múltiples opciones. Yo sigo tirando al sur y me encanta el pescado así con una buena ensalada de pimientos rojos asados.
Te dejaré la receta.